Su amante rubia deja muy claro que si no se transforma en su traje de criada francesa rápidamente que ella va a ser muy molesto. Una vez que se pone en el pequeño vestido blanco y negro y comienza quitar el polvo de la sala de estar ella se encuentra excitado más de lo que creía posible. Ella va a tener que coger su apretado agujero del culo para disipar ese deseo y puesto que él es su pequeña perra que no tiene más remedio que aceptar a sus deseos. Toma su polla en el culo y le encanta ..